La tecnología también revoluciona al mundo textil con maquinarias y procesos de fabricación de los llamados textiles inteligentes, productos de alto valor agregado que no hace mucho eran considerados futuristas o irreales y han generaron un mercado con una facturación que superó los 1.000 millones de dólares el año pasado.
El mercado de los “wearables” (ropa inteligente) alcanzará los 11.000 millones de dólares en 2025, impulsado por la prácticas deportivas y aplicaciones para el cuidado de la salud y la prevención de enfermedades, destaca un informe de la consultora Juniper Research, especializada en el sector tecnológico y digital
“Los textiles inteligentes son tejidos que tienen componentes electrónicos incorporados. Estos componentes pueden incluir dispositivos como conductores, circuitos integrados, diodos emisores de luz, baterías y hasta pequeñas computadoras. Tienen los dispositivos electrónicos entretejidos de manera imperceptible, lo que les permite ser flexibles”, explica la firma argentina Sole Silva Textiles.
Actualmente hay tres generaciones:
• Textiles inteligentes pasivos: constituyen la primera generación de textiles inteligentes, los cuales solamente pueden sentir las condiciones medioambientales o estímulos exteriores.
• Textiles inteligentes activos: estos van un paso más allá, ya que tienen la capacidad de sentir, pero además reaccionan frente a una determinada situación. Son textiles con memoria de la forma, camaleónicos, termorreguladores, que pueden almacenar calor, absorber el vapor, etc.
• Textiles ultra inteligentes o muy activos: esta tercera generación de textiles no solo puede detectar y reaccionar, sino que además se adaptan a las condiciones y estímulos del medio.
La ropa inteligente puede satisfacer distintas necesidades y cubrir diferentes aspectos, pero los servicios de salud, bienestar y deporte son algunos de los principales campos que ya están viendo los beneficios de la analítica biométrica en tiempo real que proporciona la combinación del IoT (internet de las cosas), la telecomunicaciones 5G y el edge computing. La combinación de esas tecnologías junto con la del cómputo de gigantescas bases de datos (Big data) ayuda a la salud y a prevenir enfermedades.
Por un lado es necesaria la conectividad de las prendas o los gadgets para emitir los datos y por otro contar con una red móvil de gran capacidad, cuya baja latencia permita la transmisión instantánea de toda la información. Por último, se suma la tecnología capaz de analizar esa gran cantidad de datos.
“Si bien, es un término e industria que todavía se encuentra en pleno desarrollo, y el cuál tiene un amplio margen de mejora por delante, está claro que la ropa inteligente es el futuro de la moda, como también de la salud”, apuntan desde Sole Silva Textiles, proveedora de telas diferenciadas, exclusivas, y de alta costura para grandes marcas de la Argentina y el resto de Latinoamérica.
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