A partir del 10 de diciembre próximo, el bloque oficialista del Frente de Todos perderá el quorum propio en el Senado, donde se mantendrá como primera minoría al igual que en la Cámara de Diputados como resultado de las elecciones legislativas del domingo, cuando fue derrotado por la oposición en 14 de los 24 distritos del país.
El Frente de Todos pasará a tener 118 escaños de diputados, dos menos que ahora, mientras que Juntos por el Cambio sumó una banca y tendrá 116, con lo que los minoritarios bloques de fuerzas provinciales y el interbloque Federal ganarán protagonismo a la hora de negociar votos en ese delicado equilibrio entre oficialismo y oposición.
Pero es posible que el escrutinio definitivo le dé una banca más a la oposición en desmedro de la oposición, con lo que ambos bloques quedarían en 117 escaños cada uno.
Juntos por el Cambio se impuso en seis provincias (Chubut, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe) del total de ocho que renovaban bancas en el Senado mientras que el Frente de Todos retuvo las otras dos (Catamarca y Tucumán). Desde el 10 de diciembre próximo, el oficialismo pasará a tener 35 escaños, seis menos que los que ahora le dan quorum propio y que pasarán a manos de la coalición opositora, que sumará así 31 bancas.
Si se cuentan además los tres senadores del interbloque Parlamentario Federal que suele sumarse a Juntos por el Cambio, el bloque opositor alcanzaría las 34 bancas en un virtual empate con el oficialismo. Alejandra Vigo, del oficialismo cordobés Hacemos por Córdoba, obtuvo su banca por la minoría y podría conformar un monobloque clave en el delicado equilibrio en el que quedará el Senado en los próximos dos años.
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