El Microcentro de Buenos Aires podría dejar de ser lo que era para convertirse en el nuevo “Puerto Madero” debido a una baja de precios forzada por los cambios de hábito que acarrea la tecnología, acentuados por las restricciones sanitarias aplicadas desde comienzos de 2019 para afrontar la pandemia de coronavirus.
Tras meses sin actividad y con la llegada para quedarse del «home office» o trabajo distancia, son muchos los propietarios que hoy deciden vender sus oficinas que se encuentran prácticamente sin actividad, con el consiguiente impacto en los locales comerciales de la zona.
“Esta situación abrió las puertas a una nueva posibilidad que puede volver a dar vida a la zona que se extiende desde las avenidas Córdoba a Belgrano y Callao y convertirlo en un barrio con perfil más residencial con una fisonomía muy distinta a la pre-pandemia”, comenta Matias Towers, director Comercial de la plataforma inmobiliaria Mudafy, que aumentó 27% su oferta en los últimos meses en los barrios de San Nicolás y parte de Montserrat.
Esto es una posibilidad no solo vista por ciudadanos e inversores, que buscan remodelar las viejas oficinas en nuevos espacios para vivir sino también por el Gobierno porteño, que ya presentó un proyecto de ley para que se haga realidad mediante el Fondo de Desarrollo Urbano Sostenible, que incluye créditos subsidiados y otros incentivos.
Actualmente, el 63% del Microcentro abarca a más de 600 parcelas de oficinas por kilómetro cuadrado, mientras que el espacio de viviendas es del 20% con menos de 200 parcelas en igual superficie. En este contexto, la Secretaría de Desarrollo Urbano porteña entiende que los más de 640 emprendimientos de oficinas enclavados en la zona delimitada, pueden readaptarse como viviendas.
De esta manera los beneficios que tiene la zona podrían convertirse en los requisitos de muchos a la hora de buscar su hogar ideal: interconexión (subte, ciclovías, Metrobus todo a minutos), oferta cultural, comercial y de servicios, y hasta cercanía a las grandes universidades de la ciudad.
También, podrían ser estos los requisitos de los turistas cuando buscan alojamiento a la hora de visitar Buenos Aires, convirtiéndose así, en una oportunidad para los inversores, frente a unidades a precios históricos a la baja, que podrían alquilarse temporalmente en dólares.
“Creemos que podría replicarse la experiencia de Puerto Madero, una zona que desde la década de los años ’90 logró modernizarse, revalorizarse y posicionarse como uno de los mejores lugares de la ciudad para vivir y pasear”, apunta Towers.
Discussion about this post