La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) no apelará el desprocesamiento en Bahía Blanca del empresario Lázaro Báez en la causa que lo sindicaba como jefe de una asociación ilícita destinada a evadir cientos de millones de pesos en impuestos que debía pagar con la firma Austral Construcciones.
El organismo a cargo de Mercedes Marcó del Pont acepta que Báez usó facturas truchas generadas por usinas localizadas en Bahía Blanca, como lo dio por probado la Cámara Federal con asiento en esa ciudad bonaerense, pero no lideró, ni coordinó esas operaciones ilícitas con las que Austral Construcciones evadió impuestos.
Por ello se desistió de apelar el desprocesamiento de Báez como presunto jefe de una asociación ilícita fiscal tras considerar que el empresario, presunto testaferro de los Kirchner, afronta otras investigaciones en el fuero Penal Económico de la ciudad de Buenos Aires por el uso de facturas truchas de Bahía Blanca, dijeron fuentes de la AFIP citadas por el diario La Nación.
Lázaro Báez y su hijo Martín Báez quedaron sólo como usuarios de facturas apócrifas, mientras que los empresarios Silvio, Franco y Enzo Ficcadenti y el contador Rogelio Chanquía, entre otros, permanecen imputados como miembros de la presunta asociación ilícita fiscal.
La AFIP también desistió de ser querellante contra los empresarios Cristóbal López y Fabián de Souza en la causa por evasión de impuestos de la petrolera Oil Combustibles, de la que son los principales accionistas.
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