La red de subterráneos de la ciudad de Buenos Aires quedó hoy completamente operativa con la reapertura de diez estaciones de las cinco líneas que permanecían cerradas desde el inicio de la pandemia de coronavirus, en marso del año pasado.
Las estaciones rehabilitadas son Sáenz Peña, Pasco y Alberti (Línea A), Florida y Pasteur-Amia (Línea B), Agüero y Scalabrini Ortiz (Línea D), y San José, Pichincha y Varela (Línea E), con lo que funciona a pleno toda la red de 90 estaciones.
La medida forma parte del plan para reanudar en forma gradual y progresiva la normalidad en la capital federal y responde al aumento de la cantidad de pasajeros registrado en las últimas semanas. Actualmente viaja en subterráneo alrededor del 30% de los usuarios de ese medio de transporte antes de la pandemia de la Covid 19, dijeron fuentes del gobierno porteño.
El transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) dejó de ser solo para trabajadores o personas consideradas «esenciales», lo que permite ampliar su uso a todos, aunque manteniendo el aforo del 30% de la capacidad de subtes y colectivos.
Debido al aumento progresivo del tránsito, el traslado de bicicletas y monopatines habilitado el año pasado, cuando regía el aislamiento estricto, se verá restringido durante los días hábiles: se permitirá desde el inicio del servicio hasta las 8, de 10 a 16 y de 19 al cierre, con el objetivo de garantizar una mayor capacidad dentro de los trenes. Pero será libre los fines de semana y días feriados.
Las líneas habilitadas para el traslado de estos vehículos son la A, B, D, E y H. Fue excluida la línea C por tener «alta demanda, contar con distintas combinaciones internas y ser la más corta de la red», dijeron las fuentes porteñas.
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