La Sala I de la Cámara Federal porteña ordenó hoy reabrir la causa por el Vacunatorio Vip de dosis contra el coronavirus en el Ministerio de Salud y el Hospital Posadas, luego que fuese archivada parcialmente por la jueza federal María Eugenia Capuchetti.
Se reactivó así la causa judicial iniciada en enero pasado y que tiene como imputados al exministro de Salud Ginés González García y su sobrino Lisandro Bonelli, exfuncionario de esa cartera.
La jueza Capuchetti tenía bajo investigación cinco casos, pero ahora deberá investigar a los vacunados considerados Vip como el presidente Alberto Fernández, el Procurador del Tesoro Carlos Zannini, y su esposa, el expresidente Eduardo Duhalde y su esposa, el diputado Eduardo Valdez, además de periodistas como Horacio Verbitsky y empresarios.
“No puede escapar a la más elemental lógica que la existencia -indiscutible- de un orden de prelación en la vacunación, dividido en grupos, obedece a criterios de necesidad, donde está en juego ni más ni menos que el valor vida y que la simultaneidad -que en algún supuesto se menciona- sólo puede estar habilitada por la disponibilidad de vacunas para satisfacer la prelación o en algún caso que estrictamente justifique el apartamiento de este criterio”, sostuvo el tribunal.
Destacó que «cuando el recurso (las vacunas) fue insuficiente, ningún grupo se habilitó abiertamente. Incluso entre los mayores. Pese a que el límite se estableció en los 60 años, también se jerarquizaron las diversas franjas etarias. Comenzó con los mayores de 80 -aun con personal de la salud pendiente de vacunar- y de ahí avanzó en una afable pendiente que por lustros fue ampliando su alcance (mayores de 75, luego de 70, más tarde de 65 años y así continuó)”.
En este sentido cuestionaron “¿por qué ellos, y no otros de entre los millones de ciudadanos del país en igual condiciones, fueron los beneficiarios de esa vacunación simultánea?».
«Seguramente todos tendremos en mente a alguien que por edad o por alguna otra condición pudo haber sido favorecido en esa simultaneidad. Mas a ninguno de ellos les llegó la invitación”. remarcaron los camaristas.
Por ello consideraron que se debe investigar “qué personas fueron vacunadas según los estándares impuestos por el Plan de Vacunación y quiénes se adelantaron por algún beneficio que les fue singular”, o sea los vacunados.
“Máxime cuando se desconoce, además, en qué carácter fueron vacunados, si esa cualidad fue real o asignada al sólo efecto de burlar los requisitos del sistema de vacunación implementado y, en este caso, si esa ficción fue así declarada por el beneficiario o por quien tenía la labor de carga de los datos oficiales”, advirtieron.
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