La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, anunció hoy la distribución recursos por la ampliación de Derechos Especiales de Giro (DEG, el capital del organismo), con lo que la Argentina recibe unos 4.400 millones de dólares que ingresarán a las alicaídas cuentas del Banco Central.
Giorgieva recomendó usar esos recursos “sabiamente”, con “prudencia”, para fortalecer la recuperación de la pandemia de coronavirus o las reservas monetarias de los socios del FMI y desaconsejó destinarlos a “mantener políticas insostenibles”.
En principio, el Gobierno prevé usar esos fondos para cancelar próximos vencimientos de deudas contraídas con el FMI por el acuerdo de contingencia (stand by) firmado en 2018, en vías de renegociación y por el que se adeudan unos 45.000 millones de dólares al organismo multilateral de crédito.
“La mayor asignación de Derechos Especiales de Giro de la historia, alrededor de 650.000 millones de dólares, entra en vigencia hoy. La asignación es un gran estímulo para el mundo y, si se usa con prudencia, una oportunidad única para combatir esta crisis sin precedentes”, declaró Georgieva en un comunicado.
A la Argentina le corresponde el equivalente a unos 4.400 millones de dólares en DEG, por su participación del 0,67% en el capital organismo multilateral. Los DEG son una canasta de monedas que determinan su valor y está conformada por el dólar, el euro, el yuan chino, el yen japonés y la libra esterlina británica, en ese orden de prevalencia proporcional.
Las reservas totales del Banco Central rondan en los 42.000 millones de dólares, según datos oficiales. Pero las de libre disponibilidad (en efectivo) oscilan entre los 6.400 y los 7.400 millones de dólares, según cálculos de consultoras privadas.
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