El Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, que lidera Máximo Kirchner, reclamó «ordenar las cuentas fiscales sin descuidar a los sectores vulnerables», entre otros puntos de un comunicado que aparece como un nuevo pico de tensión dentro del Gobierno en medio de la gira europea del presidente Alberto Fernández en busca de apoyo para renegociar deudas con el Fondo Monetario y el Club de París.
«La Argentina de los tarifazos quedó atrás, estamos recuperando la justicia social», es el título del comunicado publicado por el intendente de Merlo, Gustavo Menéndez, y compartido por el ministro del Interior, Eduardo De Pedro y Andrés Larroque, entre otros dirigentes del kirchnerismo.
«Por eso fijamos prioridades y abrazamos con amor humanista a los humildes y los descartados», agregó en la nota, donde destacan la labor del presidente Alberto Fernández y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, pero no mencionan al ministro de Economía, Martín Guzmán.
En su comunicado pide «ordenar las cuentas fiscales, sin descuidar a los sectores vulnerables, es decir, sin ajustar a mansalva como alienta la ortodoxia neoliberal», en referencia al anterior gobierno de Mauricio Macri.
«Conocemos el esfuerzo que están haciendo los sectores de menores ingresos cuyos bolsillos están exhaustos», remarca´el peronismo bonaerense, que reivindica el ajuste de tarifas aplicado desde mayo, menor al que pretendía Guzmán para reducir el abultado déficit de las cuentas públicas.
El PJ bonaerense emitió este comunicado en momentos en que Guzmán acompaña a Fernández en su gira por Europa en busca de apoyos para renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que se adeudan 45.000 millones de dólares de un crédito de contingencia («stand by») pactado en 2018.
Fernández también busca apoyos para renegociar deudas por 2.400 millones de dólares con el Club de París, que para ello pone como condición un acuerdo previo con el FMI.
A fines de abril pasado, el Gobierno se vio envuelto en un conflicto interno cuando se anunció el desplazamiento del subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, quien trabajó en el kirchnerista Instituto Patria, medida que había sido ordenada por Guzmán con el aval de Fernández a raíz de una larga controversia sobre el monto del ajuste de las tarifas de servicios públicos.
Basualdo se mantuvo en el cargo tras recibir el apoyo de La Cámpora, fracción kirchnerista del oficialista Frente de Todos que embistió contra Guzmán en busca de la renuncia del ministro de Economía, conflicto al que Fernández dio por terminado para calmar los ánimos.
Como corolario, quedó firme el ajuste del 9% en las tarifas de las distribuidoras eléctricas Edenor y Edesur como «único aumento» para este año, como pretendía el kirchnerismo.
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